Depresión en Navidad: Señales de advertencia y estrategias de prevención

La temporada de Navidad, que para muchos es sinónimo de alegría y celebración, puede dar paso a la «depresión navideña», un fenómeno que la profesora Patricia Bermúdez Lozano, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), identifica como un estado de ánimo caracterizado por la negatividad y el desánimo asociados a la Navidad. En esta exploración, examinaremos las señales de alerta, los riesgos y las estrategias para evitar este mal temporal.

La denominada «depresión navideña», también conocida como «depresión blanca» o «blues de Navidad», encuentra sus raíces en el estrés, desgaste emocional, y desmotivación que algunos experimentan durante la temporada. Bermúdez Lozano explica que esta sensación puede derivarse de la presión económica, la desestabilización psicológica relacionada con metas no cumplidas, o el duelo por la pérdida de seres queridos.

Aunque no está catalogada como un trastorno, la «depresión navideña» puede tener predisposición genética, especialmente en aquellos con antecedentes familiares de depresión severa.

La coincidencia de las festividades con la temporada invernal añade una dimensión adicional al fenómeno. El trastorno afectivo estacional, vinculado al invierno, se manifiesta con síntomas que persisten durante cuatro o cinco meses al año. Bermúdez Lozano destaca que la falta de exposición a la luz solar y la disminución de la luminosidad invernal afectan las sustancias químicas cerebrales, la melatonina y la serotonina, contribuyendo así a los síntomas depresivos.

Señales y Factores de Riesgo de la «Depresión Navideña»

Entre los síntomas identificados por la experta se encuentran el insomnio, la ansiedad, la tristeza, la falta de apetito y el mal humor. Los factores de riesgo, según Bermúdez Lozano, abarcan percepciones psicológicas, familiares, sociales y económicas.

La psicóloga ofrece estrategias para enfrentar la «depresión navideña», incluyendo la gestión de pensamientos, el perdón, la participación en actividades placenteras, la comprensión de que no se está solo en este sentir, la construcción de redes de apoyo, la realización de actividades altruistas y la búsqueda de terapia.

Ante el desafío que representa la «depresión navideña», estas estrategias pueden iluminar el camino hacia una temporada más llevadera y plena para aquellos que encuentran dificultades en medio del brillo festivo.

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